Querida compañera, querido compañero:
El inicio del curso nos ha traído un nuevo marco discursivo atravesado por
las elecciones catalanas y la irresponsabilidad de la mayoría de sus
protagonistas. Unos y otros han instalado en relatos sordos a la mitad de
Cataluña que no les respalda o, en su defecto, han simulado posiciones que se
han revelado vacías de proyecto real para el país. La forma en que los
gobiernos de España y Cataluña han leído los resultados del 27S no está
ayudando a tender puentes de entendimiento entre las grandes mayorías en
desacuerdo y hoy todo apunta a que será imprescindible que hagamos un
importante esfuerzo por reconstruir democráticamente el debate sobre la
cuestión territorial en España.
Mientras tanto, la realidad económica de la mayoría de la gente apenas ha
cambiado. El crecimiento reflejado por algunos indicadores macroeconómicos nos
dice que la recuperación se está construyendo sobre un agravamiento de la
desigualdad social. El Gobierno ha abandonado hace tiempo el proyecto de
sociedad de las grandes clases medias que definió a la España de las décadas
anteriores a la crisis. Hoy, el PP y sus aliados aspiran a recuperar apoyos a
través de la dualización de la sociedad y la desmovilización de la mitad más
empobrecida. El modelo económico de recuperación por el que están apostando
abandona en la cuneta al 50 % de la gente. Nos abandona.
Tratando de entender mejor la situación en la que estamos y gracias al
apoyo económico de muchos de vosotros, en el mes de septiembre pusimos en
marcha una encuesta al conjunto de la sociedad española. Realizamos 1738
entrevistas telefónicas, con una afijación de la muestra proporcional y
con cuotas. Con un nivel de confianza de 95 %, el margen de error para
todo el estudio es de ±2,4 % (puedes consultar la ficha técnica al final de
esta carta). El principal objetivo de la encuesta era conocer mejor el estado
de opinión de la gente sobre la situación económica, política y social. Nos
corresponde ahora haceros partícipes de los resultados de la investigación.
PERCEPCIONES DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA
En el tránsito del primer al segundo semestre de 2015, la percepción
general de la situación económica del país ha mejorado. Aunque no resulta del
todo correcto comparar datos obtenidos a través de distintos procedimientos de
muestreo, la lectura combinada del barómetro del CIS del mes de julio de 2015
con nuestros datos de septiembre arroja diferencias significativas. Mientras en
julio solo un 4 % consideraba la situación económica como «buena» o «muy
buena», la proporción creció hasta el 11 % en septiembre. También son más los
que creen que la situación económica ha mejorado en los últimos meses: 34 % en
septiembre frente al 22 % en julio e, igualmente, las buenas expectativas sobre
el futuro se han incrementado en casi diez puntos.
Percepción de la evolución de la situación económica
durante los últimos meses
durante los últimos meses
julio de 2015*
|
septiembre de 2015
|
|
Ha mejorado
|
22 %
|
34 %
|
Sigue igual
|
52 %
|
51 %
|
Ha empeorado
|
26 %
|
15 %
|
* CIS. ES3104.
Barómetro de julio de 2015
En términos absolutos, la tesis del Gobierno se extiende y las percepciones sobre la situación económica y su evolución mejoran. Sin embargo, cuando leemos los datos con más detalle, aparecen modulaciones que condicionan de manera decisiva su interpretación. La clase social, como variable que había perdido capacidad explicativa en términos de opinión a lo largo de los últimos treinta años, vuelve con fuerza. Si cruzamos la percepción de la evolución de la situación económica en los últimos meses por la posición subjetiva de clase[1] o la intención directa de voto, encontramos contrastes elocuentes. La mitad de los que se declaran de clase media-alta creen que la situación «ha mejorado», mientras que esta opinión solo es compartida por una quinta parte de los que se consideran de clase baja o de clase obrera.
Percepción de la evolución de la situación económica
durante los últimos meses cruzada por posición subjetiva de clase[2]
durante los últimos meses cruzada por posición subjetiva de clase[2]
Total
|
Media-alta
(5 %)
|
Media
(57 %)
|
Media baja
(18 %)
|
Baja
(7 %)
|
Clase obrera
(11 %)
|
|
Ha mejorado
|
34,0 %
|
49,3 %
|
39,3 %
|
25,8 %
|
20,2 %
|
20,1 %
|
Se ha mantenido más o menos igual
|
50,8 %
|
36,9 %
|
48,9 %
|
57,7 %
|
54,3 %
|
56,6 %
|
Ha empeorado
|
14,8 %
|
12,6 %
|
11,5 %
|
15,9 %
|
24,7 %
|
23,2 %
|
Total
|
100,0 %
|
100,0 %
|
100,0 %
|
100,0 %
|
100,0 %
|
100,0 %
|
La tendencia a la dualización se repite cuando realizamos el cruce de esta
misma variable por intención de voto. Mientras el 72 % del electorado del PP
considera que la situación económica ha mejorado, esta proporción no llega al
18 % en el caso del electorado del PSOE (11 % entre los votantes de Podemos).
Es decir, los datos parecen estar señalando una tendencia a la polarización de
las percepciones y el voto de acuerdo con la posición de clase. Las condiciones
materiales de vida de la gente estarían volviendo a un primer plano tras décadas
de paulatina pero continua pérdida de peso. Por decirlo con claridad: la crisis
y el tipo de recuperación promovida por el Gobierno del PP y sus aliados traen
de la mano, en primera instancia, la dualización y eventual polarización de la
opinión pública y, en última, la reorganización del voto de acuerdo con un
criterio material-concreto (clase social) frente a los componentes más
ideológico-discursivos del comportamiento electoral de las décadas del
crecimiento.
En un sentido similar, son mayoría quienes creen que la crisis no ha
terminado, pero contrasta la desigual distribución de las percepciones de la
continuidad de la crisis entre los que se perciben a sí mismos como clases
medias (52 %) y los que se identifican con las clases medias-bajas o la clase
obrera (70 %).
Niveles de acuerdo con
la frase
«Ya hemos empezado a salir de la crisis»
«Ya hemos empezado a salir de la crisis»
Total
|
Media-alta
(5 %)
|
Media
(57 %)
|
Media baja
(18 %)
|
Baja
(7 %)
|
Clase obrera
(11 %)
|
|
Más bien de acuerdo
|
40 %
|
54 %
|
46 %
|
28 %
|
34 %
|
26 %
|
Más bien en desacuerdo
|
57 %
|
45 %
|
52 %
|
70 %
|
63 %
|
71 %
|
Por último, cabe apuntar que la extensión de las percepciones positivas
sobre la situación económica es capitalizada solo parcialmente por el Gobierno.
Son significativamente más los que consideran que las medidas adoptadas por
Mariano Rajoy han empeorado la situación que los que creen que han ayudado (46
% frente a 36 %) y, de nuevo, aparecen muy modulados en términos de posición
subjetiva de clase.
Valoración de los
efectos de las medidas económicas adoptadas por Mariano Rajoy
sobre la situación económica del país cruzada por posición subjetiva de clase
sobre la situación económica del país cruzada por posición subjetiva de clase
Total
|
Media-alta
(5 %)
|
Media
(57 %)
|
Media baja
(18 %)
|
Baja
(7 %)
|
Clase obrera
(11 %)
|
|
Han ayudado a mejorar la situación económica
|
36 %
|
56 %
|
40 %
|
23 %
|
31 %
|
25 %
|
Han empeorado la situación económica
|
46 %
|
31 %
|
41 %
|
55 %
|
55 %
|
57 %
|
PERCEPCIONES DE LA SITUACIÓN POLÍTICA
El proceso de transformación ideológico-discursiva que se está produciendo
en España avanza de manera desigual entre las mayorías sociales y conserva
buena parte de los rasgos históricos de las grandes narrativas del sistema de
discursos nacidos de la Transición. A pesar de que el nacimiento de Podemos se
contempla con esperanza desde partes importantes de lo social, el descrédito de
la política continúa intacto y la mayoría de los acuerdos destituyentes siguen
siendo objeto de inmensos consensos.
Niveles de acuerdo con
la frase
«PP y PSOE discuten mucho,
pero a la hora de la verdad aplican las mismas políticas económicas»
cruzada por intención de voto en 2015
«PP y PSOE discuten mucho,
pero a la hora de la verdad aplican las mismas políticas económicas»
cruzada por intención de voto en 2015
Total acuerdo
|
PP
|
PSOE
|
Podemos
|
C’s
|
No sabe todavía
|
70 %
|
51 %
|
59 %
|
85 %
|
75 %
|
75 %
|
Los datos obtenidos a través de este estudio nos hacen creer que se han
conformado dos grandes mayorías: la reaccionaria/regeneracionista y la
progresiva/rupturista, todavía de contornos difusos y contradictorios, pero
asentadas sobre dimensiones de estructuración social muy profundas (posición
ante el mercado laboral, edad, hábitat, etcétera). De consolidarse, estaríamos
asistiendo a un proceso de refundación del sistema de los discursos ideológicos
en su conjunto. El nuevo sistema emergente confronta de manera sencilla lo
nuevo y lo viejo y abre paso al escenario de debate ideológico de fondo propio
de los procesos de cambio político real.
Niveles de acuerdo y
desacuerdo con las siguientes frases
Más bien de acuerdo
|
Más bien en desacuerdo
|
|
Es imposible que nos saquen de la crisis los mismos
que nos metieron en ella
|
52 %
|
42 %
|
Para resolver los grandes problemas de este país lo
mejor sería abrir un proceso constituyente
|
57 %
|
32 %
|
EXPECTATIVAS DE VOTO
A tres meses de las elecciones, el intento de anticipar con éxito el
comportamiento electoral se enfrenta a dificultades insalvables. En primer
lugar, no es posible anticipar los efectos que los acontecimientos de las
próximas semanas vayan a tener sobre el comportamiento electoral. En segundo
lugar, en estos momentos son muchos los que dicen que todavía no saben qué
votarán. En tercer lugar, sabemos que desde el inicio de la crisis se ha
reducido de manera muy significativa el porcentaje del electorado que decide su
voto de acuerdo con identidades partidistas, familiares, etcétera. Dicho esto,
nuestra estimación se basa en los mismos procedimientos y modelos que utilizan
la práctica totalidad de las empresas e institutos de opinión del país y, en
algunos sentidos, comparte resultados.
De acuerdo con los datos cosechados, si las elecciones generales se
celebrasen ahora, el PP continuaría siendo la fuerza más votada. Por detrás,
Podemos, C’s y el PSOE compiten por el segundo puesto en una situación de
empate técnico que, previsiblemente, se moverá de manera significativa en los
próximos meses.
Dada la evolución de los indicadores directos e indirectos a lo largo de
este último año, es indiscutible que el proceso de cambio político avanza, pero
sería ingenuo creer que la llegada de los nuevos partidos deshace como azucarillos
en el agua la estructura y las bases de los viejos partidos. En el último medio
año, la pulsión reaccionaria protagonizada por el PP se ha visto reforzada por
la construcción de la herramienta regeneracionista C’s. Aunque Podemos está
situado inmediatamente detrás del PP, en posición de empate técnico con el PSOE
y C’s, todavía no estamos en condiciones de poner en marcha un Gobierno propio
en España. Desde el punto de vista sociodemográfico, los datos son
esperanzadores y dibujan un escenario de cambio irreversible a medio plazo:
mientras los mayores de 55 años respaldan mayoritariamente al PP y al PSOE,
Podemos aparece como el partido más fuerte entre los jóvenes y los grupos
intermedios de edad. En contrapartida, la encuesta revela un sesgo masculino
que se debe superar y que contrasta con las pautas de género del voto a los
viejos partidos.
Intención directa de
voto cruzada por sexo y edad
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
18-34
|
35-54
|
55 o más
|
|
PP
|
20 %
|
19 %
|
21 %
|
14 %
|
17 %
|
27 %
|
Podemos
|
15 %
|
16 %
|
13 %
|
18 %
|
18 %
|
9 %
|
PSOE
|
15 %
|
14 %
|
17 %
|
15 %
|
14 %
|
20 %
|
Ciudadanos
|
14 %
|
16 %
|
12 %
|
15 %
|
17 %
|
11 %
|
IU
|
2 %
|
2 %
|
2 %
|
2 %
|
3 %
|
2 %
|
Votaría en blanco
|
2 %
|
2 %
|
3 %
|
3 %
|
2 %
|
2 %
|
No votaría
|
5 %
|
5 %
|
4 %
|
4 %
|
6 %
|
4 %
|
No sabe todavía
|
19 %
|
17 %
|
19 %
|
19 %
|
19 %
|
18 %
|
No contesta
|
4 %
|
4 %
|
4 %
|
4 %
|
4 %
|
5 %
|
Los datos de intención directa y estimación describen un escenario
altamente competitivo. El PP ganaría hoy las elecciones con un porcentaje de
votos de entre el 27 % y el 29 %, lo que supone una caída de unos 16-18 puntos
en relación con sus resultados en 2011, aunque conserva la posición de partido
más votado. Podemos se sitúa hoy en torno al 20 % del voto, en empate técnico
con PSOE y C’s. Los datos nos dicen que el electorado de Podemos proviene,
fundamentalmente, de las bases desencantadas del PSOE, los abstencionistas
críticos, los nuevos votantes y una parte del electorado de IU. Por su parte,
el crecimiento de C’s se explica mayoritariamente en los 16-18 puntos
porcentuales perdidos por el PP. Sin embargo, la nueva derecha posee menos
capacidad para sumar antiguos votantes del PSOE y resulta poco atractiva para
los jóvenes que votarán en diciembre por primera vez. IU perdería más o menos
la mitad de sus votantes de 2011, si bien es necesario tomar esta estimación
con máxima reserva dadas las dificultades históricas para estimar el voto a IU.
Intención directa de
voto y estimación de resultados
Intención directa
|
Estimación de voto
|
|
PP
|
20 %
|
27 %-29 %
|
Podemos
|
15 %
|
19 %-21 %
|
PSOE
|
15 %
|
19 %-21 %
|
Ciudadanos
|
14 %
|
19 %-21 %
|
IU
|
2 %
|
3 %-4 %
|
Otros
|
5 %
|
6 %-7 %
|
Tenemos mucho trabajo por delante y tiempo para seguir creciendo porque, en
realidad, la mayoría social que queremos representar ya existe; lo que nos
falta es ser capaces de construirla políticamente. Pero podemos. Basta situar
la mirada sobre las alcaldías de Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Cádiz,
La Coruña o Santiago de Compostela para encontrar ejemplos de que el cambio es
posible y guías sobre cómo lograrlo.
Sin embargo, los partidos del régimen también aprenden y su estrategia
frente al cambio es hoy menos burda. Hasta el mes de mayo quisieron
desacreditarnos por la vía de las falsas acusaciones, las mentiras, el
desprestigio de la organización y de sus portavoces o la estigmatización. A la
vista del fracaso de esa estrategia, han tomado un nuevo camino: el de
situarnos en la esquina de las izquierdas, invisibilizar la potencia
transformadora de nuestro proyecto y la ola de ilusión que le acompaña y
extender entre propios y ajenos la idea de que el único cambio posible es el de
las siglas del PP por las de C’s. Pues bien, ni nuestros datos ni los
indicadores indirectos que el CIS no tiene más remedio que publicar dicen eso.
Los partidos del régimen están lanzando su propia profecía con la esperanza de
que se cumpla y todos conocemos la fuerza que tienen las palabras cuando se
pronuncian desde los espacios del poder. No dejemos que los de siempre
dobleguen nuestro ánimo con datos poco confiables e interpretaciones
tendenciosas. Sigamos trabajando porque, aunque algunos no quieran enterarse o
no quieran que nos enteremos nosotros, esta vez podemos ganar.
Un fraternal abrazo,
Carolina Bescansa y todo el equipo de la Secretaría de Análisis Político,
Programa y Proceso Constituyente.
Ficha técnica:
Encuesta basada en 1738 entrevistas telefónicas asistidas por ordenador a
población española mayor de 18 años. Afijación proporcional por cuotas. Fecha
de los trabajos de campo: del 10 al 24 de septiembre de 2015. Margen de error
para todo el estudio a 95 % de confianza: ±2,4 %.
[1] La posición subjetiva de clase no
incorpora ningún correctivo objetivable como los ingresos, el nivel de
estudios, la actividad u otras variables convencionalmente incorporadas al
indicador «clase social» en los estudios distributivos. La posición subjetiva
de clase es únicamente el resultado de la pregunta directa: «En sociología
acostumbramos a hablar de clases sociales. ¿A qué clase social diría usted que
pertenece?».
[2] La distribución de la posición subjetiva de clase para el total de la
muestra fue la siguiente: clase media-alta: 5 %; clase media: 57 %; clase
media-baja: 18 %; clase baja: 7 %; clase obrera/trabajadora: 11 %.
No hay comentarios:
Publicar un comentario